sábado, 20 de octubre de 2018

Cada vez más actores se digitalizan en 3D para seguir actuando cuando mueran

Actores digitales 

La última moda entre los actores de Hollywood es pagarse una réplica en 3D para seguir actuando cuando mueran.

En algunos casos, son las propias productoras las que obligan a los actores a digitalizarse en 3D, para usarlos en el caso de que ocurra un fatal desenlace inesperado, como hemos sufrido con las tristes muertes de Carrie Fisher y Paul Walker.

Los actores digitales son cada vez más frecuentes en el cine, y es un fenómeno que no va a parar de crecer. Lo hemos visto con el propio Paul Walker en Fast & Furious 7, o en la película Rogue One: Una Historia de Star Wars, en donde aparece una recreación de Peter Cushing (fallecido hace más de 30 años) como el Gobernador Tarkin, o una rejuvenecida Princesa Leia. Este video te permite comparar con el actor de verdad:

Quizá en estos ejemplos los actores digitales no resultan tan creíbles porque fallecieron antes que pudiesen ser escaneados en 3D. Por eso los estudios quieren cubrirse las espaldas. El supervisor de efectos especiales de Star Wars, Ben Morris, confesó hace unos meses que todos los actores principales de la saga han sido escaneados en 3D por si en el futuro necesitan sus réplicas digitales.

Según Darren Hendler, director de la firma Digital Human Group, Digital Domain, la compañía de efectos especiales de James Cameron, ya ha escaneado a unos 50 o 60 actores. Acepta encargos tanto a título individual, como por parte de las productoras cinematográficas. Algunos actores incluso tienen pensado pagar réplicas digitales en 3D a diferentes edades, a medida que pasan los años. Así pueden seguir ganando dinero para sus descendientes, o mantener su legado.

Según Hendler, no solo se digitalizan rostros, sino también a cuerpo entero, incluso con el vestuario original de sus películas más emblemáticas.

Los actores no se digitalizan en 3D solo para actuar después de muertos. Hoy en día se usan mucho los dobles en escenas de acción o riesgo, a los que después se pega el rostro digital del actor. También se ha puesto de moda rejuvener digitalmente a los actores, como hemos visto con Samuel L. Jackson en Capitana Marvel, o con Johnny Deep como un capitan Sparrow adolescente en Piratas del Caribe 5.

Se utilizan cientos de pequeños LEDs que se colocan en el rostro para obtener diferentes tipos de iluminación de la piel, y para captar mejor los gestos y muecas de los actores. También se digitaliza su forma de andar. Cada réplica digital de un actor ocupa entre 5 y 10 TB de datos, y cuesta alrededor de un millón de dólares.

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